
Me llegó el run run que vieron a la Ramón comprando medio kilo de rabas fritas camino a la playa, [después] no se volvió a saber de él... Pero no debe coger nunca, se debe cerrar enseguida. Que espanto, vivir a pajas cruzadas. La ciencia nunca ha besado a un hombre…
El otro día le decía a mi vieja que la playa es tan grasa... la gente con las conservadoras abarrotadas de comida, sandwiches de milanesas, medio húmedos por los hielos que enfrían alguna gaseosa de segunda marca, comiendo choclos en la playa, y después se clavan un churro... Pero, rica, vos estabas en Pakistán comiéndote un choclo, eso es otra cosa!, acá las gordas sentadas, apoltronadas en la arena, con el boso todo engrasado por el choclo, comiéndolo chochas, diciendo, mientras se comen ese, al marido, “Bichi, ¿no me traés otro?” mientras compran un avión de telgopor que se lo lleva el viento y paran al de los churros, todos apiñados.
Hoy salí a correr, sí, así tengo más resistencia, cuando entreno me quedo sin aire, ya estoy grande. Me agotó correr sobre las piedras, imaginate, se me enterraban los tacos. Hoy fui al médico por el tema de mi muñeca, me dijo que no bata más café.
Robotito
¿Puedo Vivir?
2 comentarios:
Hemos sido muy de la Bristol
Todos tenemos una Ramón en el listín telefónico, y hasta podría decirse que lo queremos. Asi son los amigos :D
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